Una lluvia de estrellas entrará en la atmósfera a más de 210.000 km por hora
Este viernes 17 de julio comenzó un impresionante acontecimiento astronómico anual que afectará la Tierra y la Luna y que se prolongará durante más de un mes.
Hasta el 24 de agosto caerá la lluvia de estrellas conocidas como Perseidas que se materializa, para el ojo humano, en luces fugaces que atraviesan el cielo y que se pueden observar a partir de medianoche. Estos destellos los generan pequeños meteoroides (partículas que no miden más que un grano de arena) que entran en la atmósfera a más de 210.000 kilómetros por hora. “Esto es equivalente a recorrer la Península Ibérica de norte a sur en menos de 20 segundos”, compara José María Madiedo, experto en el tema e investigador del Instituto Astrofísico de Andalucía (IAA-CSIC).
Este fenómeno ocurre porque la Tierra se cruza con los restos de la cola de un cometa, llamado 109P/Swift-Tuttle, que completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente. Cuando se acerca a él, el cometa se calienta, emite chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que terminan en la atmósfera. “A estas velocidades, el choque con la atmósfera es tan brusco que la temperatura de estas partículas aumenta hasta unos 5.000 grados centígrados en una fracción de segundo, por lo que se desintegran emitiendo un destello de luz. Esto ocurre entre los 100 y los 80 kilómetros sobre el nivel del suelo”, cuenta Madiedo.
Los restos no se acercan a otros planetas y no hay nada negativo que desprenda de ellos. Lo que hacen estas partículas es añadir minerales a la capa alta de la atmósfera llamada ionosfera, ya que están compuestas de volátiles helados y metales como el hierro, el calcio, el sodio y el magnesio. Madiedo explica que, “conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides que el cometa deja a su paso, el número de partículas va siendo cada vez mayor, por lo que la actividad de las Perseidas va aumentando hasta alcanzar un máximo”. Este año será la noche del 11 al 12 de agosto y el momento culminante, cerca del amanecer.
Las claves para contemplar el cielo y percibir esas partículas parecen sencillas, pues las estrellas pueden aparecer en cualquier lugar. Se recomienda alejarse de la contaminación lumínica, en una zona rural, por ejemplo, con tiempo y paciencia. Hay que ir con la idea de que este es un espectáculo “relajado” y “discreto”.
En comparación con el año anterior, esta lluvia de estrellas se podrá ver con más claridad, ya que la luna, en cuarto menguante, no brillará tanto. En 2018, las condiciones fueron ideales, según aseveran los dos expertos, ya que la Luna nueva no brillaba tanto por estar muy cerca del Sol. En 2019, sin embargo, tocó Luna llena y se perdieron las estrellas más débiles. Esta lluvia de estrellas recibe el nombre de Perseidas porque, si se prolonga hacia atrás su trayectoria aparente en el cielo, parece que las partículas proceden de un punto en la bóveda celeste en la constelación de Perseo.