¿Por qué se produce la niebla?
El mes de abril indica el inicio de la temporada de niebla en la provincia de Santa Fe. El clima húmedo del territorio hace que esta condición climática se presente a menudo en las primeras horas de la mañana, aunque también puede hacerlo al atardecer. Pero, ¿sabés por qué se produce?
A esta altura del año, uno sale a la calle y se encuentra con el aire teñido de blanco, como si estuviésemos dentro de una nube. Y es que en realidad lo estamos.
La niebla son nubes bajas, situadas a ras de suelo. Son diminutas gotas de agua suspendidas en el aire condensadas tras entrar en contacto súbitamente con una superficie o una corriente de aire fría.
La Organización Meteorológica Mundial la define como la suspensión de gotas pequeñas de agua (con frecuencia, microscópicas) en el aire que también reduce la visibilidad horizontal en la superficie terrestre a menos de 1 km.
Los bancos de niebla se forman de la misma manera que cualquier otro tipo de nubes, pues de nubes estratiformes se constituye la niebla.
Los mecanismos de formación de la niebla dependen de la región geográfica y de las condiciones ambientales. Suele formarse en otoño por la noche cuando el cielo está despejado o muy poco cubierto. En esas condiciones la superficie de la Tierra se enfría (pierde calor que no queda retenido porque no hay nubes) y el agua presente en el aire más cálido cercano al suelo se condensa. A medida que avanza la mañana, los rayos de sol calientan la superficie del suelo y la niebla se disipa.
También es muy frecuente la niebla en las cercanías de espejos de agua, en los que se desliza una masa de aire más frío, que condensa el vapor de agua presente en la zona y forma la niebla. Como describe la física en las propiedades térmicas de los gases, la mayor temperatura relativa de una masa de aire (saturada de humedad) hace que se eleve o que una masa gaseosa (húmeda) es desplazada por otra masa más fría y por tanto más pesada (los gases al dilatarse por el calor pesan menos para un mismo volumen) provoca el ascenso del aire húmedo que al enfriarse se condensa dando lugar a la formación de estas nubes bajas.