¿Qué posibilidades hay de que Apophis choque con la Tierra en 2029?

Este asteroide es un objeto cercano a la Tierra (NEO) que quedó de la formación de nuestro sistema solar hace unos 4.600 millones de años, mide aproximadamente 335 metros de ancho y se prevé que pase cerca de 37.399 kilómetros de la Tierra el 13 de abril de 2029. El evento marcará el sobrevuelo más cercano a la Tierra de un asteroide de este tamaño del que los científicos lograron advertir y es por eso que los astrónomos quieren comprobar todos los escenarios de riesgo posibles. (Se denominó precisamente Apophis por el dios serpiente egipcio del caos ante la amenaza que parecía suponer para la Tierra).

Los científicos han calculado más de 1,3 millones de posibles trayectorias y choques de asteroides para comprobar si el asteroide (99942) Apophis podría realmente impactar contra la Tierra dentro de cinco años, en 2029. Durante muchos años, Apophis fue considerado el asteroide más peligroso conocido y no estábamos del todo fuera de peligro, ya que los astrónomos calcularon que existía una pequeña pero existente posibilidad de que chocara con nuestro planeta en 2029 o sino, en 2036.

Precisamente debido a su alto riesgo de colisión con nuestro planeta según los cálculos iniciales, ha sido monitoreado de cerca desde su descubrimiento en 2004. Ahora, un nuevo estudio dirigido por el astrónomo occidental Paul Wiegert teoriza sobre más de 1,3 millones de trayectorias posibles en un escenario hipotético.

«El asteroide Apophis nos ha fascinado como especie desde su descubrimiento en 2004: fue la primera amenaza creíble de un asteroide a nuestro planeta», dijo Wiegert, miembro del Instituto para la Exploración de la Tierra y el Espacio en un comunicado de prensa.

¿Cuál es la posibilidad de impacto real?

Nunca es un buen momento para que choque un asteroide, pero podría haber un peor momento. Pero según el nuevo estudio, que está disponible en el servidor de preimpresión arXiv y ha sido aprobado para su publicación en la revista Planetary Science Journalprobablemente no sea algo de que tengamos por qué preocuparnos.

«Hipotéticamente, otro asteroide que colisione con Apophis podría causar tal desviación, lo que nos motiva a estudiar este escenario, por improbable que sea», comentan los autores.

El asteroide de 335 metros de ancho no sigue una trayectoria que lo lleve a impactar nuestro planeta pero no estaba claro cuánto podría cambiar su trayectoria a causa de colisiones con otras rocas espaciales y si esto nos pondría en peligro. Wiegert, junto con su colega Ben Hyatt de la Universidad de Waterloo en Canadá, calculó las trayectorias de los millones de asteroides y cometas que se sabe que residen en nuestro sistema solar y fijó el riesgo en… cero.

«Afortunadamente, no se prevén tales colisiones», aclaró el astrónomo de la Universidad de Western Ontario en Canadá. «Incluso ahora que sabemos que está en camino de no alcanzarnos por un margen seguro, los astrónomos permanecen alerta. Es el asteroide que simplemente no podemos dejar de observar». 

Así lo han demostrado las simulaciones de las órbitas elegidas. Ninguno de los asteroides o cometas estudiados chocará directamente con Apophis antes de que pase por la Tierra, por lo que es poco probable que su órbita le redirija hacia nuestro planeta.

El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA es el que mantiene una estrecha vigilancia sobre los objetos en órbita que podrían representar una amenaza. Tienen una lista de posibles asteroides con riesgo de impacto y se actualiza constantemente con nuevos descubrimientos e información orbital actualizada para calcular la probabilidad de que se forme polvo peligroso en un futuro próximo.

Misión Osiris-APEX

Así que estamos a salvo de Apophis pero no dejaremos de estudiarlo. Por fortuna, no queremos quedarnos sin datos del acontecimiento de 2029. La exitosa misión Osiris-Rex que recogió muestras en el asteroide Bennu, fue rebautizada a Osiris-Apex con un nuevo destino: el asteroide Apophis, de cara a aprovechar su sobrevuelo a la Tierra en cinco años. La NASA estuvo de acuerdo con esta misión adicional, y así nació la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Apofis (OSIRIS-APEX, por sus siglas en inglés).

“OSIRIS-APEX estudiará Apofis inmediatamente después de este paso cercano, lo que nos permitirá observar cómo cambia su superficie al interactuar con la gravedad de la Tierra”, dijo Amy Simon, científica del proyecto de esta misión que tiene sede en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

La nave llegará al asteroide a finales de abril de 2029 y operará en sus proximidades durante unos 18 meses. Entre las muchas actividades que llevará a cabo, también bajará a menos de cinco metros de la superficie del asteroide y encenderá sus propulsores apuntando con ellos hacia abajo con la intención de que se levante polvo y rocas de la superficie y los científicos puedan observar el material que haya por ahí abajo. No bajará para recoger muestras como en el caso de Bennu, pero seguirá siendo una misión impresionante que nos aportará imágenes, composición química del asteroide y mucho más.

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