¿Por qué EE.UU. desterró a lechuga romana?
Las autoridades sanitarias estadounidenses han recomendado a los ciudadanos del país no consumir ningún tipo de lechuga romana hasta nueva orden. La alerta se debe a que la verdura parece ser el foco de una nueva epidemia de infecciones por la bacteria ‘Escherichia coli’ (‘E. coli’), que ya afecta a 32 personas en 11 estados.
13 de ellas han requerido hospitalización, según han anunciado los Centros de Control de Enfermedades (CDC) del país. Canadá investiga igualmente 18 casos de infección en los estados de Ontario y Quebec, según han indicado por su parte las autoridades sanitarias canadienses.
La alerta se produce justo en el momento en que millones de norteamericanos planean sus menús de Acción de Gracias, una de las festividades más celebradas en el país. Aún no se conoce el origen del brote, por lo que las autoridades sanitarias han pedido que se tiren a la basura cualquiera de estos vegetales presentes en casas, restaurantes o tiendas y que no se consuman sea cual sea su origen y modo de presentación (en bolsas, ensaladas preparadas, hojas frescas, etc).
La contaminación se produjo entre mediados de octubre y principios de noviembre y las autoridades están investigando si la cepa de la bacteria es la misma que produjo un brote en 2017 que acabó con cinco fallecimientos. La ‘E. coli’ es una bacteria presente habitualmente en el intestino de animales como vacas o pollos.
Si excrementos de estos animales entran en contacto con frutas y verduras frescas, ya sea directamente o a través de agua de riego contaminada, las bacterias pueden llegar al consumidor y provocar brotes de infección, como podría ser el caso.Por eso, y hasta destapar el origen de la contaminación, las autoridades recomiendan no consumir lechuga romana, sea cual sea su presentación, y tanto en casa como en restaurantes.
Además, también aconsejan desinfectar estantes o baldas del frigorífico que hayan estado en contacto con la citada lechuga. La mayoría de las cepas de este patógeno no son peligrosas, pero algunas variedades son más agresivas. Entre los síntomas más comunes de infección están las náuseas, vómitos, ligera fiebre, calambres estomacales o diarrea.
En 2017, EEUU vivió la epidemia más grave de ‘E. coli’ registrada en sus fronteras sin que se pudiera identificar exactamente el origen del brote. La variedad romana de lechuga, que se cultiva principalmente en California y Arizona, representa el 30% de las lechugas que se consumen en EEUU.