¿Por qué duele tanto cortarse con una hoja de papel?
Cortarse con una hoja de papel es extremadamente doloroso. Y aunque no lo creas, existen muchas investigaciones para determinar las razones por las que este dolor es mucho más intenso que cuando te cortás con un cuchillo.
Al parecer, las terminaciones nerviosas son las principales culpables: tenemos más receptores de dolor en la punta de los dedos que en casi cualquier otra parte del cuerpo (posiblemente ya te diste cuenta si alguna vez trataste de agarrar algo muy caliente).
«Las yemas de los dedos son la forma en que exploramos el mundo, con las que hacemos las tareas más pequeñas y delicadas,» afirma Hayley Goldbach, dermatólogo de la Universidad de California, «Así que tiene sentido que tengamos allí una gran cantidad de terminaciones nerviosas. Es una especie de un mecanismo de seguridad.»
Estas terminaciones nerviosas se llaman nociceptores, y advierten al cerebro (a través de la sensación de dolor), acerca de altas temperaturas, productos químicos peligrosos, y la presión que podría romper la piel.
Parte de la culpa recae también en el papel, ya que los bordes del papel no son tan suaves como pudiera parecer a distancia, y pueden dejar un rastro de destrucción en la piel, en lugar de un corte limpio.
Por último, los cortes de papel por lo general no son lo suficientemente profundos para activar los mecanismos de defensa naturales del cuerpo (como la coagulación de la sangre y la formación de costras), por lo que las terminaciones nerviosas dañadas en nuestros dedos quedan expuestas.
No sólo eso, sino que la herida abierta se flexiona y tensa cada vez que usamos nuestras manos, hasta que se repara la piel.
Todo lo cual hace que los cortes de papel sean desproporcionadamente dolorosos, o al menos, eso es lo que podemos asumir en base a la limitada evidencia que tenemos. En ausencia de una cola de voluntarios para cortarse los dedos con papel, los científicos tienen que utilizar lo que ya saben sobre el cuerpo para formar una conjetura.
«Podemos usar nuestro conocimiento de la anatomía humana para ayudarnos,» dijo Goldbach. «Es todo una cuestión de anatomía.»
Pero se puede hacer un poco de experimentación científica para examinar personalmente la hipótesis: Tomá un clip de metal, y luego doblalo hasta lo que los dos extremos estén al mismo nivel y apuntando en la misma dirección.
Intentá pincharte la espalda o las piernas y fijate si podés distinguir entre las dos puntas, a continuación, intentalo de nuevo en las manos o la cara. Es mucho más fácil sentir los dos puntos en el segundo caso, debido a las terminaciones nerviosas adicionales.
Felicidades, acabás de descubrir la discriminación de dos puntos, que es la capacidad de reconocer dos impresiones distintas en la piel, y no confundirlas con una sola.
En el video a continuación de Scientific American’s Instant Egghead, los investigadores sugieren que también podría haber un elemento psicológico en los cortes de papel: en nuestra mente, el dolor se hace más agudo, ya que fue causado por algo tan pequeño y aparentemente inofensivo.