Conocé las ruinas de Pompeya con Google Street View

Quien visita Pompeya no puede evitar la conmoción: los moldes de las víctimas de la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. son la expresión más humana de aquella antigua tragedia, y su prueba tangible. Pero si no podés viajar hasta allí, Google te permite «caminar» por sus ruinas sin salir de tu casa.

Pompeya fue sepultada tras una erupción del volcán Vesubio en el 79 d.C., y fue redescubierta en 1738, para ser completamente desenterrada en el siglo XIX. El modo en que se dio la erupción del Vesubio, intercalando cenizas, con lluvia, permitió que los cuerpos de las personas que no lograron escapar de la furia del volcán permanecieran intactos hasta el momento de su descubrimiento.

¿Cómo murieron? Hasta ahora se pensaba que los moldes explicaban la agonía de los pompeyanos por asfixia. Ahora sabemos que su muerte fue totalmente distinta: murieron abrasados al instante.

Un estudio multidisciplinar de los investigadores Giuseppe Mastrolorenzo y Lucia Pappalardo, del Observatorio Vesubiano, y de los biólogos Pierpaolo Petrone y Fabio Guarino, de la Universidad Federico II de Nápoles, basado en los análisis de los depósitos volcánicos, la estructura de las cenizas y el ADN de las víctimas, así como en simulaciones digitales de la erupción, revela por primera vez los efectos de la nube volcánica de la erupción del año 79 d.C. en los habitantes de Pompeya y de otros lugares del área vesubiana.

«Contrariamente a lo que creían hasta hoy los expertos, las víctimas no sufrieron una larga agonía por asfixia, sino que perdieron la vida al instante por exposición a altas temperaturas, de entre 300 y 600 º C –afirma Mastrolorenzo, uno de los autores del estudio–.

«Primero hemos estudiado los niveles de cenizas en diversos lugares del área vesubiana –explica Mastrolorenzo–. De los perfiles trazados, hemos deducido algunos parámetros: la altura y la velocidad de la nube provocada por el derrumbe de la columna piroclástica, que en aquella erupción alcanzó, como ya sabíamos, los 30 kilómetros de altura.

A partir de la velocidad y de la altura hemos podido determinar la densidad de la nube, muy baja, y el tiempo transcurrido mientras pasó sobre Pompeya, poco más de un minuto».

«Los moldes de los cuerpos presentan lo que se conoce como cadaveric spasm, una postura adoptada únicamente cuando la muerte es instantánea. Después hemos analizado los restos óseos y, gracias a los análisis de ADN, hemos detectado cambios causados por las elevadas temperaturas –añade el investigador–.

En el laboratorio, hemos sometido fragmentos óseos a niveles cada vez más elevados de temperatura y hemos observado las modificaciones que se producían. Estos fragmentos se han comparado posteriormente con los restos de las víctimas de Pompeya, y hemos concluido que en aquella ciudad los cuerpos fueron expuestos a una temperatura cercana a los 300 ºC. En Herculano se alcanzaron los 600 ºC».

 

 

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