Piden a una modelo que “se alimente sólo con agua durante 24 horas” para dejarla desfilar
Ulrikke Hoyer es una joven modelo danesa que ha trabajado recientemente para firmas de moda y revistas de todo el mundo. Ha desfilado para grandes marcas como Louis Vuitton, Valentino, Versace, Hugo Boss, John Galliano, Elie Saab… Incluso ha protagonizado editoriales para W Magazine o Vogue Paris.
A pesar de su experiencia, el fin de semana del 13 de mayo vivió una situación que seguro le cogería por sorpresa. Ulrikke voló hasta Japón para participar en el espectacular desfile crucero de Louis Vuitton, que tuvo lugar en Kioto, en el Museo Miho, y al que acudieron muchos rostros conocidos del mundo de la moda. Sin embargo, la joven modelo no pudo participar. Y es que la rechazaron en el casting. ¿El motivo?: ser “demasiado grande”.
Lo bueno del caso es que Hoyer mide 1,78 de altura y tiene una talla 34 o 36. Pero a pesar de sus medidas, la marca la rechazó porque era “demasiado grande” o “demasiado gorda” (”too big” es la expresión que utiliza ella en la redes, donde ha denunciado la situación que vivió).
Tras probarse las prendas recibió una llamada de Alexia Cheval, la mujer que llevaba el cásting, advirtiéndole de que habían habido “serios problemas durante el ‘fitting’”. Hoyer asegura que le dijeron que tenía “la cara y el estómago hinchados, que estaba demasiado gorda”. “Necesitas beber sólo agua durante las próximas 24 horas”, asegura Ulrikke que le aconsejó Cheval.
La modelo explica que cuando le dieron la noticia no sabía “si reír o llorar”. Además, explica que al final, la ropa que le probaron no llegó a salir a la pasarela: “Si todo es simplemente porque cancelaron mi look (yo no lo vi en el desfile) ¿por qué esa necesidad de atormentarme?”.
“No puedo aceptar que el comportamiento de esta gente sea ‘normal’. Les resulta placentero ejercer su poder sobre chicas jóvenes y llegan al extremo de forzarte hasta un trastorno alimenticio”, afirma.
“Me fui a cenar con otras modelos y luego a mi habitación porque no podía enfrentarme a la gente que acababa de humillarme partiendo de la base más ridícula y humillante. Sólo había hecho lo que me habían pedido. Tres horas después estaba en un avión de vuelta a casa. Lo que iba a ser una experiencia única y alucinante acabó como algo muy humillante”, relata.
En general, la gente “cree que ser modelo es fácil y maravilloso y que todo sobre la profesión es glamouroso”, reflexiona Hoyer en las redes, quien explica que en diversas ocasiones ha comentado a su familia que se ve “grande en comparación con otras chicas”.
“Hay muchas más flacas que yo”, asegura, y relata cómo su madre se quedó impactada la primera vez que vio a otras modelos. “Estaba en shock al ver lo poco sanas y lo tristes que parecían la mayoría de las chicas. Muchas no tienen la regla o les cambia el color de la piel por una mala alimentación, y casi todas tienen una relación completamente distorsionada con la comida”.