Los 10 alimentos más saludables de la historia
Se los conoce como «superfoods» y son aquellos alimentos considerados durante toda nuestra historia como los más beneficiosos para la salud. Según los científicos, no pueden faltar en tu dieta.
1. Aceite de oliva extra virgen: El inicio de su producción y consumo como alimento se calcula en la Edad de Cobre (4000 a. C.) entre Palestina y Egipto. Su alto contenido en polifenoles y vitamina E lo convierte en indispensable en cualquier dieta equilibrada. Es un potente antioxidante que previene la muerte celular y mejora las funciones cognitivas; mejora los niveles de azúcar en sangre; reduce el colesterol malo y mejora el flujo sanguíneo.
2. Nueces: Sus beneficios son muchos, pero destaca su equilibrio en ácidos grasos esenciales, lo que lo convierte en un gran aliado para combatir el colesterol malo y contra la diabetes. Su alto contenido en omega-6 las hace recomendables para paliar el síndrome premenstrual y los trastornos de la menopausia; y previene el cáncer de colon.
3. Tomate: El fruto de la tomatera es de origen americano, exactamente de Perú, de donde procede su nombre azteca (tomat). Su introducción en Europa se produjo a través de México, aunque no se popularizó hasta el siglo XVIII. La presencia de carotenos lo convierten en un importante antioxidante. También favorece la absorción de hierro y aumenta la resistencia ante las infecciones y otras enfermedades. Por último, su aporte de luteína y zeaxantina se asocia con la prevención de cataratas y de degeneración macular.
4. Naranjas: Es originaria del sudeste de China y norte de Birmania, aunque se la conoce en el Mediterráneo desde hace 3.000 años. La pectina presente en su pulpa reduce el colesterol y desarrolla la flora intestinal. Además de su alto contenido en carotenoides y en vitamina C, que previenen diversos tipos de cáncer y protegen frente a las enfermedades cardiovasculares. Por último, también aporta fibra, siempre que tomemos la fruta entera.
5. Lentejas: Proceden del Suroeste Asiático, desde donde se extendieron a la cuenca mediterránea. Los restos más antiguos de este cultivo datan de 6600 a. C. Además del famoso hierro, aportan calcio, magnesio, zinc y fósforo. Y según estudios recientes, mejoran el control de azúcar en la sangre y su alto contenido en ácido fólico previene el cáncer de mama.
6. Ajo: Este alimento se incluyó en la alimentación de los obreros que construyeron las pirámides de Egipto, para darles energía. Y tan necesario lo creían que en el año 3500 a. C. la falta de existencias de ajo dio lugar a la primera huelga que se conoce en la historia. Contiene yodo, fósforo, potasio y una gran variedad de vitaminas, como B6 y C. Por lo que posee virtudes antisépticas, anticancerígenas, antiinflamatorias, bactericidas, antivirales y antiparasitarias.
7. Frutillas: Originarias de Europa, de la región de los Alpes, parece que empezó a ser cultivada en Francia en el siglo X, y fueron españoles, portugueses e ingleses quienes las llevaron a América. Tienen más vitamina C que la naranja, una gran cantidad de fibra y potasio. Además, contienen varios ácidos orgánicos, entre los que está el salicílico, y los flavonoides, causantes de su color, que son también potentes antioxidantes.
8. Banana: Procede del Sudeste Asiático, de la India, desde donde se extendió al Mediterráneo después de la conquista de los árabes en 650. Llegó a Canarias en el siglo XV y desde allí a América, en 1516. Destaca su alto contenido de inulina que reduce el riesgo de enfermedades degenerativas como las cardiovasculares, la osteoporosis, la obesidad y el cáncer. Y es rico en magnesio, por lo que previene calambres y es la fruta ideal para recuperarse tras hacer deporte.
9. Manzana: Se cree que ya existía en la Prehistoria, tal y como atestiguan algunos restos arqueológicos neolíticos. De lo que sí hay pruebas fehacientes es de que los egipcios la cultivaban en los valles del Nilo, y a lo largo de la historia se le han atribuido poderes casi sagrados. Entre sus componentes más saludables: la pectina, una fibra soluble que mantiene a raya el colesterol; las catequinas, un flavonoide que además de antioxidante ha demostrado ser muy útil para combatir el cáncer de pulmón, y las dihidroxichalconas, otro flavonoide que reside sobre todo en su piel, que es un potente agente antidiabético. Por último, esta fruta aporta cantidades importantes de procianidinas, compuestos con una potente actividad antioxidante que mejoran el sistema inmunitario y la actividad de las plaquetas sanguíneas.
10. Garbanzos: Originarios de Turquía, se extendieron a Europa y después a los demás continentes. Son una fuente de proteína de origen vegetal, y de almidón, calcio, hierro, magnesio, zinc y fósforo. Aunque tienen fama de indigestos, su alto contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento. También aportan taninos y fitatos, con un importante efecto anticancerígeno.