Flan de leche condensada: la receta que no falla
El flan es uno de los clásicos postres que no puede faltar a la hora de un antojo de algo dulce. Existen miles de recetas. Hoy te vamos a enseñar a hacer una variante en la que el azúcar se reemplaza por leche condensada.
Para comenzar, tenemos que separar los ingredientes. Para el caramelo: cuatro cucharadas de azúcar, agua y unas gotas de jugo de limón. Y para el flan: 500 mililitros de leche entera, un pote de leche condensada (370 gramos), cinco huevos y una cucharada de esencia de vainilla.
Preparación
Previo a empezar con la mezcla del flan, debemos hacer el caramelo para volcarlo en el fondo de la fuente. Y este paso es muy fácil, calentar a fuego lento el azúcar con el agua y el jugo de limón. Revolver y cuando se llegue a la consistencia deseada con un color amarillento, remover del fuego. Una vez listo, vertirlo en el fondo del recipiente. Precalentar el horno a 170° C.
Luego, empezamos con el flan. Batir los huevos e ir tirando de a poco la leche entera. Después, la leche condensada. Se recomienda batir a mano para que no entre mucho aire y quede una consistencia más suave y compacta. Reservar por unos minutos.
Mientras tanto, la fuente donde se volcará la mezcla tendrá que apoyarse en una bandeja central del horno. A ella, cubrirla con un tercio de agua caliente. Subir el horno a 200° C.
Cuando empiece a hervir, colocar la crema del flan de leche condensada en su molde. Cubrirlo con papel aluminio y meterlo en el horno por aproximadamente 50 a 60 minutos. Comprobar con un cuchillo si están listos. Si éste sale limpio, significa que es hora de sacarlo.
Llevarlo a la heladera y dejarlo reposar por unas horas. Luego, ¡hora de deleitarse con esta delicia absoluta!