Fin de un mito: el cuerpo no adelgaza cuando transpira
En el mundo del fitness es común oír la frase «quemar grasa» cuando se hace referencia a que el tejido adiposo se eliminaría del sistema con ejercicio mediante la transpiración.
Sin embargo, la transpiración no ‘quema’ grasas. Muchas veces, luego de una sesión exigente de ejercicio la persona suele pesar menos, aunque esto no significa que haya adelgazado. La realidad es que solo eliminó los kilos que tenía ‘en agua’ y que serán recuperados una vez que nos hidratemos.
A veces se produce una sensación de ardor que ayuda a mantener el mito de que el cuerpo está quemando grasas, pero no es así. Esa reacción surge debido al efecto del ácido láctico, que de manera natural comienza a rodear los músculos cuando una persona hace ejercicios.
Luego de una sesión demandante, el ácido láctico puede causar fatiga muscular ya que se relaciona con el calcio en el cuerpo. La prueba principal de esto es cuando el cuerpo «no puede más» y es incapaz de completar más repeticiones.
Un estudio realizado en la Universidad de New South Wales, Australia, llegó para destrozar el mito, ya que según su investigación ¡la grasa se exhala con la respiración!
«Existe mucha ignorancia y confusión con respecto al proceso metabólico de la pérdida de peso», explicó Andrew John Brown, bioquímico y líder de la escuela de biotecnología y ciencias biomoleculares de la UNSW.
Del estudio participaron 150 profesionales, entre doctores, nutricionistas y personal trainers. De ellos, más del 50% aseguraban que la grasa se convertía en energía o calor. Otros consideraron que se convertía en heces o hasta en músculo.
Ruben Meerman, líder del proyecto, explicó: «La respuesta correcta es que gran parte de la masa grasa es liberada junto al dióxido de carbono que eliminamos al respirar. Se convierte en aire».
«Creemos que la mayoría tenía un concepto errado por todo el mantra que hay alrededor del mundo fitness. Esto demuestra que inclusive hasta profesionales pueden equivocarse con respecto a aspectos básicos de cómo funciona el cuerpo», agregó Meerman.
La investigación, que fue publicada en el British Medical Journal, demostró que para perder 10 kilogramos de grasa se necesita realizar ejercicio suficiente como para eliminar más de 90 mil calorías. De esta manera, el proceso metabólico produce 8,4 kilos de dióxido de carbón y 1,6 de agua, que se elimina mediante la orina, las heces, la transpiración y las lágrimas, entre otros fluidos.