El truco casero para blindar tu casa frente a los mosquitos: solo necesitas cuatro ingredientes
Aunque tratemos de protegernos de todas las maneras, los mosquitos están en nuestro alrededor en verano y es posible que entren en casa y piquen a más de uno cuando está durmiendo o mirando tan tranquilamente la tele tras cenar. Este hecho es un clásico ya sabido del verano pero se convierte en un tormento para muchos que son más sensibles a las picaduras y que lo pasan realmente mal tras ser atacados.
Y es que, lo dicen los estudios, hay muchos factores, en función del grupo sanguíneo o el olor corporal o lo que se ha ingerido, que hacen que los mosquitos elijan a sus víctimas y también hay muchos tipos de reacciones a las picaduras por ejemplo e incluso algunos tienen que ser atendidos por un ataque de este tipo.
Lo que, en todo caso, nos incumbe a todos es la manera de inmunizarnos frente a estos molestos insectos. Los sprays y pulseras repelentes o velas de citronela y otros productos antimosquitos disponibles en supermercados o farmacias pueden ayudar pero además se puede probar con un truco que los que lo han probado dicen que es infalible para ahuyentarlos de nuestra casa. Esta es su fácil preparación.
La trampa de la botella
Para preparar este insecticida casero solo hacen falta tres ingredientes y una botella de plástico. La elaboración estará hecha en tan solo cinco minutos y los efectos se podrán notar durante horas o días. La botella es necesaria para poder tener dentro el líquido ‘gancho’ y ser la trampa de la que no puedan escapar los mosquitos. Cuanto más grande sea más mosquitos podrían capturar.
A parte, será necesario azúcar, que es el alimento crucial para que los mosquitos se acerquen a la trampa, y levadura, que se encarga de hacer la función de atraparlo y que no puedan salir de la trampa. Algunos dicen que también es posible sustituir el azúcar por algún ingrediente dulce, como un trozo de fruta. Todo ello se mezcla con agua normal, que puede ser del grifo, y servirá para completar la combinación efectiva.
La botella debe ser cortada por la mitad y en la parte inferior se deben añadir dos cucharadas de azúcar y una porción de levadura (un sobre, por ejemplo) por cada vaso de agua . Todo ello se debe mezclar y a continuación se debe ‘cerrar’ con la otra parte de la botella cortada, que se encajará junto a la otra parte, pero colocada al revés. Así, se crea una forma de embudo de la que ellos no pueden salir.
Para acabar el invento, solo se aconseja ‘teñir’ de color oscuro la botella, ya sea pintándola con pintura o cubriéndola con una tela negra o una bolsa de basura, para que los insectos no sepan dónde se meten.