Diez tips para desarrollar resiliencia
La resiliencia es la capacidad de los seres vivos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas. El camino para lograrla no es para nada sencillo, pero sí es necesario si lo que se quiere es ser una persona feliz.
Inevitablemente, la vida te arrojará situaciones adversas, y ser capaz de lidiar ellas de manera positiva y creativa es a menudo una medida de qué tan sana y exitosa puede ser una persona.
Es cierto que algunos parecen ser más resistentes por naturaleza pero, como la mayoría de las cosas y por suerte, la resiliencia es un rasgo que puede ser desarrollado. Las siguientes son algunas formas de hacerlo.
1. Cuidá tu entorno: Es importante establecer buenas relaciones con familiares, amistades y otras personas importantes en tu vida. Aceptar ayuda y apoyo de las personas que te quieren y te escuchan, fortalece la resiliencia. Algunas personas encuentran que estar activo en agrupaciones solidarias o grupos de ayuda les proveen sostén social y les ayudan a tener esperanza. Ayudar a otros que te necesitan también puede ser beneficioso para vos.
2. Evitá ver las crisis como obstáculos insuperables: Comprendé, no podés impedir que ocurran cosas malas o situaciones que pueden provocarte tristeza o tensión, pero sí podés cambiar la manera en que las interpretás y reaccionás ante ellas. Tratá de mirar más allá del presente y pensá que en el futuro las cosas mejorarán. Mientras enfrentás situaciones difíciles, puede ayudarte hacer aquellas cosas que te den felicidad o al menos algo de paz. Ser capaz de centrarse en las cosas buenas en tu vida y no insistir en los problemas puede ayudarte a mantener una mentalidad positiva.
3. Aceptá que el cambio es parte de la vida: Es posible que como resultado de una situación adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede cambiar le puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que si puede alterar.
4. Proponete metas: Enfocá todas tus acciones a obtener una meta determinada, aunque se trate de logros pequeños. En vez de enfocarte en tareas que parecen que no puede lograr, preguntate acerca de las cosas que sí podés lograr hoy y que te ayudarán a caminar en la dirección hacia la cual querés ir.
5. Actuá: En situaciones adversas, actuá de la mejor manera que puedas. Llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y desear que desaparezcan. El sobreviviente del Holocausto, Viktor Frankl, notó que en los campos de concentración las personas que creían que tenían algún control sobre sus circunstancias tuvieron muchas más probabilidades de sobrevivir que quienes sentían que eran víctimas pasivas de las circunstancias. Las personas resilientes se responsabilizan y toman medidas efectivas para cambiar las cosas.
6. Aprendé a conocerte: Muchas veces como resultado de su lucha contra la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han crecido de alguna forma a nivel personal. Muchas personas que han experimentado tragedias y situaciones difíciles, han expresado tener mejoría en el manejo de sus relaciones personales, un incremento en la fuerza personal aun cuando se sienten vulnerables, la sensación de que su autoestima ha mejorado, una espiritualidad más desarrollada y una mayor apreciación de la vida.
7. Cultivá una visión positiva de vos mismo: Desarrollar la confianza en tu capacidad para resolver problemas y confiar en tus instintos, te ayudará a construir la resiliencia.
8. Mantené la perspectiva: Aún cuando te enfrentes a eventos muy dolorosos, tratá de considerar la situación que te provoca tensión en un contexto más amplio, y mantené una perspectiva a largo plazo. Evitá agrandar el evento fuera de su proporción. Todos hemos escuchado la mentalidad del «vaso medio lleno», las personas resilientes tienden a ver a los eventos estresantes y a las crisis como algo temporal o como oportunidades para aprender y crecer, en lugar de considerarlos como problemas insoportables.
9. Nunca pierdas la esperanza: Una visión optimista te permitirá abrirte a las cosas buenas que puedan ocurrir en tu vida. Tratá de visualizar lo que deseas en vez de preocuparse por lo que temés.
10. Cuidate: Prestá atención a tus necesidades y deseos. Inclinate hacia las actividades que disfrutes y encuentres relajantes. Evitá cualquier exceso y realizá actividad física a diario. Cuidar de tu organismo te ayudará a mantener tu mente y cuerpo listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.