Día del Animal: la historia del doctor argentino que le dio vida a esta celebración
La República Argentina, cuando era muy joven como Nación, tuvo un personaje muy popular que revolucionó a la opinión pública por su encarnizada defensa de los derechos de los animales entre otras causas muy justas y poco habituales para la época, como la lucha contra la trata de personas y el proxenetismo.
Ese personaje se llamó Ignacio Lucas Albarracín, que fue un abogado cordobés, enamorado de San Juan y radicado en Buenos Aires que durante más de cincuenta años presidió la Sociedad Argentina Protectora de los Animales, creadapor él mismo.
También fue el propulsor de la primera ley nacional de protección animal (Ley N° 2786) sancionada en 1891, luchó contra la riña de gallos, la doma violenta de potros, las corridas de toros, la crueldad en la matanza para faenar animales y el tiro a la paloma.
Pariente lejano de Sarmiento, fue muy cercano a su amistad y trabajó con él durante un tiempo.
El objetivo de su vida por el que luchó hasta su muerte fue la defensa de todos los animales entendiendo, en un concepto de altísima vanguardia para la época, que no era posible tolerar impávido el martirio, el castigo o el sufrimiento que el ser humano les brindaba.
Luchó también contra la caza “deportiva”, condenando premonitoriamente a los zoológicos y oponiéndose enfáticamente al maltrato de las comunidades indígenas. Fue un verdadero personaje de la época que simbolizaba el tema de los animales en el imaginario popular como un arquetipo legendario.
Fue objeto de la caricatura y hasta de la burla de los que nunca alcanzaron a comprender lo anticipado a la época de su pensamiento y la superioridad de su espíritu.
En 1907 Albarracín gestiona y promueve junto a Clemente Onelli, director del Zoológico porteño y al doctor Ponciano Vivanco, presidente del Consejo Nacional de Educación la creación de la Fiesta del Animal, tomando como ejemplo efemérides semejantes en Inglaterra.
Aprobada la iniciativa por el Ministerio de Educación el primer festejo se programa para el 29 de abril de 1908 fijando arbitrariamente esa fecha.
Albarracín falleció un 29 de abril de 1926, como no podía ser de otro modo, dieciocho años después en el Día del Animal
Ese primer año, la fiesta debió suspenderse por lluvia, debía hacerse en el Zoológico que aún no tenía asfalto, posponiéndola entonces para el 2 de mayo de 1908. A la ceremonia asistió el Presidente de la Nación, Figueroa Alcorta, varios ministros y 15.000 escolares.
Albarracín siguió su vida fiel a sus principios y cuando ya era un hombre que pertenecía más a los perros, a los caballos y a los pájaros, falleció un 29 de abril de 1926, como no podía ser de otro modo, dieciocho años después en el Día del Animal que él mismo había creado.