Decir malas palabras puede ayudarnos a aguantar el dolor
Detrás del uso de malas palabras hay una explicación científica. Pues un estudio revela que decir malas palabras puede ayudarnos a aguantar el dolor. La científica Emma Byrne considera que decir malas palabras trae beneficios a las personas que las dicen y genera una excitación única. La experta cree que si hay una razón por la que insultar es una práctica tan universal no es otra que los beneficios que hay detrás de ella, según explica en The Wall Street Journal.
Entre sus hallazgos, Byrne descubrió por ejemplo que la gente puede mantener sus manos sumergidas en agua helada durante un 50% más de tiempo si están diciendo palabrotas en comparación a los que usan una palabra neutral.
Tanto cuando una persona escucha una palabrota como cuando la utiliza se acelera el ritmo cardíaco, las palmas de las manos tienden a sudar y el estado emocional, sea el que sea, se intensifica.
Igualmente, un estudio publicado recientemente en la revista Psychology of Sport and Exercise muestra que insultar incrementa la fuerza y la resistencia.
Igualmente, estudios llevados a cabo en Australia y Nueva Zelanda, en entornos laborales tecnológicos y en fábricas, demostraron que lanzar un buen insulto puede generar simpatía entre los compañeros de trabajo, de acuerdo con elpais.