Cuatro claves para sacarse de la cabeza las canciones pegadizas del Mundial
Durante un Mundial, vivimos diferentes situaciones. Es una época en la cual, generalmente, hay canciones que se escuchan permanentemente en la radio, en la televisión, en los medios de transporte o caminando por la calle y se trata de temas de los denominados “pegadizos”, esos que son difíciles de sacar de la cabeza. El más entonado fue el famoso “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”, tema que no dejó dormir a varios y que permanece instalado en el cerebro de muchos.
“Cuando se nos pega una canción, tenemos la sensación de caer en un bucle infinito. No se va, no se apaga, surge una y otra vez como un eco insistente que nos atrapa con su melodía, letra y ritmo. A veces, su presencia puede resultar agradable, pero la cosa se vuelve frustrante cuando es esa canción de moda que nos gusta poco, un villancico o una música que oímos en alguno de los mencionados lugares”, explicó la psicóloga Valeria Sabater.
La especialista de la Universidad de Valencia dijo además: “Sabemos que el cerebro tiene sus misterios, pero esos enigmas resultan inquietantes y más cuando experimentamos fenómenos que escapan a nuestro control. Se sabe, por ejemplo, que el 98% de las personas experimenta alguna vez esta sensación y, tal como nos indican estudios, como el que se realizó en la Universidad British Columbia de Canadá, en un 15% de los casos puede resultar especialmente intrusivo y molesto”.
“En estas últimas situaciones, entramos ya en el campo de los trastornos obsesivos-compulsivos (TOC), ahí donde la música, puede actuar como algo tremendamente disruptivo para la persona que lo sufre, pero para el resto, casi siempre se convierte en una anécdota que compartimos en conversaciones con la típica frase de ‘¿Sabés que no puedo quitarme de la cabeza tal canción?’”, añadió.
Por qué se nos pega una canción
Según señaló Sabater, earworms (gusano del oído) es el término que usan los psicólogos para definir este fenómeno. “Los gusanos musicales dan forma a esas melodías pegadizas que se adhieren a nuestro cerebro y de las que no podemos desprendernos. Así, hay quien suele decir que estos fenómenos son especialmente comunes con artistas como Lady Gaga, Queen, ABBA, Beyoncé, Adele, Coldplay, etcétera”, comentó.
“Ahora bien, si experimentamos los “gusanos musicales” con estos músicos y cantantes es porque la exposición a sus canciones es más elevada. Porque, en realidad, se nos puede pegar cualquier canción, cualquier melodía o estribillo sin importar quién la cante. Incluso es posible que suframos este fenómeno sin necesitad de escuchar una música concreta”.
Según los expertos, cuanto más simple es la canción, más se adhiere a la mente y Sabater expresó: “Los compositores y productores musicales lo saben bien, cuanto más sencilla y repetitiva sea una canción, más pegadizo será su impacto y más probabilidades habrá de que el público la recuerde. La doctora Kelly Jakubowski, de la Universidad de Durham, demostró en un estudio cómo este tipo de composiciones era el culpable de los ‘gusanos musicales’”.
Nuestro estado de ánimo también influye
La psicóloga consideró que este dato es muy interesante: “Cuando nos preguntemos la próxima vez por qué se nos pega una canción, intentemos dilucidar cómo nos sentimos”, manifestó Sabater.
La doctora Vicky Williamson, experta en psicología de la música en la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, explicó que es más común que seamos receptivos a experimentar este fenómeno cuando nos sentimos estresados, cansados, cuando dormimos poco o, incluso, cuando nos sentimos nostálgicos.
De algún modo, es como si el cerebro cansado o atrapado en un estado emocional concreto, tuviera mayor predisposición a iniciar patrones de repetición, en especial cuando tiene estímulos musicales cerca.
Para quitarse una canción de la cabeza, la ciencia propone algunos trucos
- Comenzar a cantar otra canción o tocarla en un instrumento, la atención del cerebro se moverá hacia ella.
- Realizar una actividad diferente y que requiera esfuerzo (hacer ejercicio es una buena idea).
- Escuchar la canción que se tiene pegada de principio a fin, así el cerebro podrá llenar los vacíos que tiene y, tal vez, sacársela de adentro.
- Encender la radio y dejar que otros sonidos distraigan.