Cinco hábitos de las personas inteligentes, según la ciencia

Demostrar inteligencia a otra persona no es soltar decenas de datos sobre física cuántica, saberse de memoria la lista de los reyes Godos o poder resolver una ecuación matemática de cabeza. Ser inteligente puede ser mucho más sutil y hay ciertos hábitos que delatan a las personas inteligentes sin que siquiera abran la boca.

Evidentemente no es aplicable a todas las personas que podríamos considerar listas del planeta, pero sí hay algunos hábitos que comparten de forma habitual aquellas personas con más inteligencia que la mayoría, y te los contamos.

Eres una persona perezosa (y procrastinas a sabiendas)

No sé si lo sabes, pero Bill Gates afirma que siempre eligirá a alguien perezoso para cualquier puesto de trabajo, porque “encontrará la manera fácil de hacerlo». No es el único que ve en la pereza una señal de inteligencia. Este publicado en Journal of health psychology y este otro publicado en ​Psychological Science han demostrado que la pereza y la inteligencia van de la mano.

Las personas inteligentes son capaces de tener una especie de procrastinación estratégica que les permite retrasar las tareas para que la solución a estas sea óptimaSegún el psicólogo Adam Grant «la procrastinación te da tiempo para considerar ideas divergentes, aprender y reflexionar sobre los reveses y luego incorporar esas lecciones en tu trabajo final». La procrastinación y la creatividad van de la mano y la creatividad es una señal inequívoca de inteligencia.

Hablas menos y observas más

Una persona inteligente no suele responder con lo primero que se le pasa por la cabeza, sino que prefieren hacer una pausa para reflexionar sobre lo que van a decir antes de decirlo. Además, son más bien callados y tienden a observar y mantenerse en silencio, analizando. Este hábito de cerrar la boca y abrir ojos y orejas les ayuda a entender mejor  su entorno y a quienes les rodean.

Pasas mucho tiempo a solas

Las personas inteligentes suelen ser propensas a la autocrítica y el cuestionamiento, y para eso es imprescindible pasar tiempo a solas. No es que si te gusta pasar tiempo con otros seas menos lista, es que las personas inteligentes no tienen miedo a la soledad. Pasar tiempo a solas es fundamental para nuestro bienestar intelectual y emocional, para poder dedicar tiempo a la introspección. Además la reflexión y autoevaluación a solas nos permite aprender y mejorar a nivel personal.

No solo eso, este estudio publicado en Current Directions in Psychological Science, dice que nuestra creatividad mejora si alternamos tiempo en soledad y en compañía, y también mejora nuestra empatía, uno de los componentes clave de la inteligencia emocional.

Aceptas el fracaso

Las personas inteligentes tienen miedo de fracasar, pero lo que los diferencia del resto de nosotros es que tienen aún más miedo de no intentarlo. Por eso aceptan que el fracaso es una de las posibilidades y lo intentan de todos modos. Según esta charla TED de Adam Grant “muchos de nosotros, si tenemos una idea importante, no nos molestamos en intentarlo”, pero no nos juzgarán por nuestras malas ideas. Una persona inteligente lo sabe y no teme equivocarse porque sabe que el fracaso es una oportunidad de aprendizaje.

Eres exigente en tus relaciones

Una persona inteligente no suele ser alguien a quien le guste perder el tiempo. En lo que a relaciones se refiere, son selectivos porque buscan compartir su tiempo con alguien que le aporte y le sume. No es que sean snobs, sino que son selectivos con sus relaciones y exigentes a la hora de dar su amistad a otros.

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