Recetas: Cómo hacer tortas en frascos de conserva
Los adeptos a esta tendencia aseguran que hay buenos motivos para hacer tortas en tarros de conserva. Dejar el clásico molde para tartas en la alacena cobra sentido sobre todo en el caso de hogares en los que viven solo una o dos personas.
Los frascos de conserva permiten preparar cantidades menores. Otra ventaja es que las tortas pequeñas son más fáciles de transportar. Esto convierte a las tortas hechas con tarros de conserva en una alternativa ideal cuando hay que llevar algo dulce a fiestas o picnics o en una buena opción para la pausa para tomar un café en el trabajo.
Los reposteros afirman que casi cualquier receta de torta puede prepararse en estos frascos. Los que mejor funcionan son los bizcochuelos clásicos, pero también se pueden preparar pequeñas tartas de fruta u otras recetas.
Sólo hay un punto en el que no hay que confiar del todo en la receta original: el tiempo de horneado. Cuando las tartas se preparan en frascos, este tiempo suele ser mucho menor. Para ello, sirve la clásica prueba del palito: si tras introducirlo en la tarta sigue quedando masa pegada a él, hay que seguir hornéandola por unos minutos más.
Pero, ¿no estalla el vidrio dentro del horno? Sólo si se usan frascos que no son resistentes al calor. Por eso, no se recomienda usar frascos o vasos comunes. Lo mejor son los tarros con tapa.
Por otro lado, hay que prestar atención a la forma de los frascos, sobre todo pensando en el momento en que se tendrán que desmoldar las tartas. Para que la masa no quede atrapada, deben ser frascos que no sean más estrechos arriba. Y, para tener en cuenta, hay que hervir los frascos algunos minutos para esterilizarlos.
Una vez que están limpios, hay que engrasarlos con aceite o margarina para que la masa no se quede pegada. Dado que la masa leva en el horno, no hay que llenar demasiado el frasco. Si éstos se cerraran después del horneado, lo mejor es rellenarlos sólo hasta dos tercios de su capacidad con masa. Si luego se cubrirán las tartitas con toppings o cremas, hay que colocar masa sólo hasta la mitad del mismo. En todos los casos, las tartas se hornean con el frasco abierto.
Una de las muchas opciones deliciosas que se pueden preparar de esta forma es una tarta de chocolate con corazón de caramelo. Para ello hay que calentar 170 gramos de leche condensada azucarada con 70 gramos de nata hasta que espese. Una vez que se enfrió esta preparación, se le añade una yema de huevo.
Cómo hacer la torta de chocolate con corazón de caramelo
Para la masa hay que mezclar 125 gramos de mantequilla o margarina con 100 gramos de azúcar y una pizca de sal. Finalmente se añade un huevo y luego la clara restante.
En otro bol se mezclan 140 gramos de harina con 20 gramos de cacao en polvo y una cucharadita de polvo de hornear. Luego se le añaden 50 mililitros de leche. Para que la tarta tenga un gusto bien chocolatoso, se añaden 50 gramos de chocolate rallado.
Finalmente, hay que volcar la masa en los tarros engrasados y hacer un pequeño hueco en el centro con una cuchara. En este hueco se coloca la masa de leche condensada y nata.
Las pequeñas tartas se deben hornear durante 20 minutos a entre 160 y 180 grados. La receta alcanza para 12 frascos con unos 160 mililitros de contenido.