El libro de la semana: El Maestro y Margarita
Sobre «El Maestro y Margarita» puedo decir sin lugar a dudas que «si tuviese que llevarme sólo un libro a una isla», sería este. Definitivamente y con los ojos cerrados puedo asegurarles que se trata de una de las obras más hermosas y perfectas que se hayan escrito.
¿Qué narra la historia de El maestro y Margarita? La trama conductora es muy sencilla: el Diablo y una pequeña comitiva estrafalaria -incluye por ejemplo a un gato que se comporta como un hombre, o tal vez, un hombre con apariencia de gato- llegan a Moscú y allá por donde pasan se suceden los más inverosímiles acontecimientos. Arden las casas, el dinero pierde su valor convertido en etiquetas de botellas de vino, honorables ciudadanos aparecen repentinamente en Yalta o Leningrado, hermosas damas se convierten en brujas con escoba voladora …
En torno a esta trama principal se agrupan otras dos narraciones. La primera es la historia de amor entre Margarita y un escritor algo mayor que ella cuyo manuscrito sobre la vida de Poncio Pilatos ha sido rechazado por las editoriales moscovitas llevando casi a la locura al autor. Igual que Bulgákov quemó el manuscrito con la primera versión de esta novela, en una autoparodia, el maestro quema su manuscrito. Pero en la novela, reino de la imaginación, Voland entrega una copia intacta al maestro evitándole así el trabajo que le supuso a Bulgákov reescribir toda la obra.
Margarita es elegida por Voland para acompañarle en el Gran Baile del Plenilunio Primaveral, una fiesta que cada año se celebra en un lugar diferente y al que acuden unos invitados bastante especiales. En agradecimiento al papel de Margarita en dicho acontecimiento, Voland –como un pequeño genio embotellado- concede un deseo a la joven, que no es otro que el de reunirse nuevamente con el maestro rescatándole así del sanatorio y reencontrándose felizmente.
l tercer hilo argumental lo forman pasajes de la novela del maestro: la historia de Poncio Pilatos, de su encuentro con el vagabundo Ga-Nozri al que no se atreve a salvar de la condena a muerte que le propone Caifás pese a creerle inocente.
Estas tres tramas se entretejen a lo largo de las páginas de El maestro y Margarita si bien la historia de Poncio Pilatos, aunque bien construida y en un estilo realista muy diferente al del resto, parece algo ajena al conjunto de la novela. Hay quien sostiene que la figura del tribuno romano es una referencia al propio Stalin pero no se terminan de ver elementos suficientes que acrediten dicha opinión. Más bien creo que actúa como contrapunto de la historia sobre Voland ya que, al igual que Bulgákov nos ofrece una peculiar visión de Satán, también la figura de Jesús resulta más humana y menos mística que las hagiografías al uso.
Y es que Voland es un Satanás un tanto especial. No se puede negar que resulta simpático. La mayor parte de sus felonías las cometen sus secuaces, pero más a modo de juego infantil y caprichoso que con maldad. Asaselo, Koróviev y Popota se divierten burlando a las milicias, irrumpiendo en una tienda para extranjeros con el ánimo de comprar un arenque o incendiando apartamentos llevando hasta el límite de la locura a quienes se cruzan con ellos. Es éste un diablo particular que no busca especialmente el mal y que, con su poder, parece impartir una cierta justicia poniendo en evidencia a los mezquinos burócratas que se cruzan a su paso. No es por tanto un remedo del Fausto de Goethe (aunque de él tome muchos elementos), sino una creación original y propia de Bulgákov.