El libro de la semana: Los mantras modernos
Lo reconocemos, nos enamoramos de Martín Felipe Castagnet con su fascinante novela «Los cuerpos del verano», una propuesta en la que Castagnet nos inventa un un mundo donde los muertos tiene la opción de regresar a un cuerpo, donde internet es la nostalgia de unos abuelos adictos a ella y donde hay nodos en que los muertos se encuentran con amigos que no conocieron en vida. Y ahora este autor lo vuelve a hacer, concibiendo todo un futuro y una sociedad tan escalofriantes como posibles.
¿De qué va esta novela? Se acerca el fin del mundo, la humanidad ha confiado la comunicación y los pronósticos de futuro a la tecnología y algunas personas han descubierto una nueva facultad: la de desaparecer voluntariamente, un método radical de evadirse de la realidad cotidiana.
Guiado por su abuelo, uno de los primeros en aprender a hacerlo fue Rapo, y ahora Maxi, su hermano, tiene la misión de encontrarlo mientras intenta superar la separación con Sabrina. El de Maxi y Sabrina es uno de los tantos desencuentros que narra esta novela, protagonizada por dos familias –cuatro generaciones– cuyos integrantes se buscan unos a otros en una trama de lazos y afectos cada vez más inestables e incorpóreos.
Mientras el mundo se desmorona, algo nuevo está queriendo nacer, una vida que emana de la materialidad de los objetos y que se está filtrando desde un lugar misterioso que llaman “la fosforescencia”.
En su segunda novela, Martín Felipe Castagnet combina de manera magistral la ficción especulativa, la fantasía y el realismo costumbrista para encontrar nuevas metáforas que hablen del mundo de hoy. ¿Y si fuera el tacto, y no la inteligencia, lo único que nos mantiene humanos?