Las mujeres con tatuajes tienen un alto nivel de autoestima
Una investigación de Jerome Koch, profesor de psicología por la Universidad Tecnológica de Texas, reveló que hay una fuerte correlación entre las mujeres en edad universitaria tatuadas y un alta autoestima.
Aunque en un principio el estudio buscaba una correlación entre tatuajes, depresión, intentos de suicidio y autoestima, la única relación que se encontró es que las mujeres con más tatuajes usaban la tinta para empoderarse a sí mismas.
También encontraron que cuando las mujeres pasan un periodo obscuro en sus vidas, el hacerse un tatuaje las ayudaba a volver a reclamar su existencia y su cuerpo.
Los tatuajes pueden ser vistos como una forma de autorecuperarse, por ejemplo hay mujeres que usan sus tatuajes para cubrir sus heridas de mastectomías, heridas autoinflingidas o de violencia. Lo que el estudio sugiere es que quizá las mujeres están cambiando esta preocupación por empoderamiento.
El informe fue realizado a 2.400 chicas de escuelas secundarias y de seis universidades diferentes de EEUU y uno de los grandes descubrimientos que se hizo fue la revelación de que los tatuajes ayudan a las jóvenes a sentirse seguras sobre sí mismas.
«Las mujeres son bombardeadas de manera constante con asuntos como la vergüenza al sobrepeso y una expectativas hipersexuales. El arte corporal, en cambio, les permite a las mujeres tener un control absoluto sobre sus cuerpos», aseguró Koch.
Para los especialistas, la confirmación de un autoestima elevada se da en el momento justo de tomar la decisión de hacerse el tatuaje. «Ese momento supone un enorme desafío a la confianza en sí mismo. Es una especie de escudo de honor», declaró la psicóloga estadounidense Nancy Irwin.
«Si realmente esas chicas lograron recuperarse emocionalmente gracias al tatuaje hay que verlo como algo muy positivo. Se le otorga a ese tatuaje un alto grado de poder, ya que pudo imponerse al trauma o a esa imagen negativa de sí misma que se tenía», agregó Irwin.
Otro estudio enfocado al comportamiento sexual demostró que los hombres eran más propensos a acercarse a mujeres que tienen tatuajes que aquellas que no. También, reveló que al hombre le lleva un promedio de 11 minutos menos acercarse a una mujer que tiene su piel grabada.