Cómo el colágeno tipo II puede mejorar tu movilidad y tu fuerza
El colágeno es la proteína más abundante de nuestro organismo. En función, principalmente, del tejido en el que se encuentre y de las sustancias con las que se combine, se conocen 21 tipos de colágeno distintos, entre los que destacan los siguientes:
- Colágeno tipo I: presente en piel, huesos, ligamentos, tendones, córnea, uñas y cabello, a los que dota de elasticidad y resistencia.
- Colágeno tipo II: presente en cartílagos, a los que otorga resistencia ante presiones intermitentes.
- Colágeno tipo III: presente en huesos, cartílagos, dentina y tendones, con gran capacidad para expandirse y contraerse.
- Colágeno tipo IV: presente en ojos, vasos sanguíneos y piel, a la que le ayuda a filtrar diferentes sustancias.
- Colágeno tipo V: presente en órganos y tejidos internos, a los que dota, junto al tipo I, de elasticidad y resistencia.
QUÉ ES EL COLÁGENO TIPO II
El colágeno tipo II es el componente principal de los tejidos cartilaginosos, si bien también está presente en los discos intervertebrales y en el humor vítreo del ojo.
El cartílago articular es un tejido altamente especializado que recubre las superficies óseas que forman parte de las articulaciones. Se encarga de proteger los huesos de las articulaciones de las fuerzas asociadas con la carga y el impacto, y permite el movimiento suave de deslizamiento, casi sin fricción, entre las superficies articulares.
Carente de terminaciones nerviosas, el cartílago no duele. Igualmente, al no disponer tampoco de vasos sanguíneos, necesita del líquido sinovial superficialmente y del hueso subcondral profundamente para nutrirse, y tiene escasa capacidad para regenerarse.
Los condrocitos, único elemento celular del cartílago, son responsables de la síntesis y el mantenimiento de la matriz extracelular, compuesta en un 80% de agua y en un 20% de materia sólida, cuyos principales componentes son el colágeno tipo II y los proteoglicanos.
CUÁLES SON LAS FUNCIONES DEL COLÁGENO TIPO II
El colágeno tipo II fortalece los huesos; da resistencia a las articulaciones, al pelo y a las uñas; mejora la firmeza de la piel, facilita la recuperación del organismo tras el ejercicio y ayuda a cicatrizar las heridas. Además, como ya hemos apuntado, el colágeno tipo II otorga resistencia a los tejidos a la hora de realizar presión intermitente.
En cantidades adecuadas, el colágeno tipo II dificulta la aparición de inflamaciones articulares y ejerce un efecto analgésico.
La edad, el sobrepeso o las lesiones pueden generar una respuesta inflamatoria por parte del sistema inmunitario, que acaba sintetizando unos anticuerpos específicos que destruyen el colágeno y provocan la erosión del cartílago, lo que aumenta la inflamación y el dolor y disminuye la movilidad y la flexibilidad articulares.
Un cartílago inflamado puede causar limitación funcional y conducir a una artropatía degenerativa (artrosis) o inflamatoria(artritis). La administración de vitamina C con colágeno tipo II contribuirá al buen funcionamiento cartilaginoso.
CUÁNDO SE UTILIZA EL COLÁGENO TIPO II
El colágeno tipo II se utiliza en reumatología, traumatología y en estética, junto con la vitamina C, para proteger las células del daño oxidativo y cuidar la piel. Tomar cada día una cantidad adecuada de proteína colágeno contribuirá a conservar la masa muscular y a mantener los huesos en buenas condiciones. De ahí que su uso se indique en personas adultas que puedan tener estos tejidos orgánicos más desgastados o afectados, ya sea por el envejecimiento (patologías degenerativas), por el sobreuso (deportistas) o por cualquier otra circunstancia (p. ej., patología inflamatoria o cirugía).
Por lo tanto, si quieres cuidar tu salud articular y mantener tus huesos en buenas condiciones, es muy importante tener una alimentación y unos hábitos de vida correctos para mantener unos niveles adecuados de colágeno tipo II en tu organismo.