Por qué ocho semanas de dieta vegana influyen en tu edad biológica
Demostrar las bondades de seguir una dieta vegana es el objetivo de numerosas investigaciones. Hace unos meses, científicos de la Universidad de Stanford (en California) concluyeron, después de comparar una dieta omnívora saludable y otra vegetal, que aunque las dos eran beneficiosas para la salud, la vegana era mejor desde el punto de vista cardiometabólico, puesto que conseguía niveles más bajos de insulina, de colesterol LDL y de peso.
Los resultados se publicaron en JAMA Network y los autores defendieron que, a pesar de que en el futuro haya que hacer nuevos estudios, con mayor número de participantes (este trabajo se llevó a cabo en 22 parejas de gemelos sanos mayores de edad) existen datos sólidos para que los médicos que deseen mejorar la salud cardiometabólica de sus pacientes puedan recomendarles seguir una dieta vegana.
Ahora, el mismo equipo investigador de Stanford, liderado por Christopher Gardner, ha difundido nuevos resultados, en esta ocasión, relacionados con el envejecimiento. Concretamente, los investigadores han encontrado que ocho semanas de dieta vegana repercuten en la metilación del ADN (cambios epigenéticos en el ADN inducidos por agentes externos), un proceso que se asocia al envejecimiento. Los resultados, que se publican en la revista BMC Medicine, se han obtenido a partir del grupo de gemelos estudiado en el trabajo publicado en JAMA Network.
Edad biológica
Para la investigación, Varun Dwaraka y Christopher Gardner y sus colegas investigaron los efectos moleculares de una dieta vegana a corto plazo. Para ello, pidieron a la mitad de cada pareja de gemelos que comiera una dieta omnívora durante ocho semanas (entre 170 y 225 gramos de carne, un huevo y una ración y media de productos lácteos al día) y a la otra mitad que comiera una dieta vegana durante el mismo periodo de tiempo. Los participantes (el 77% eran mujeres) tenían una media de 40 años de edad y un índice de masa corporal medio de 26 kilogramos por metro cuadrado. Durante las primeras cuatro semanas del estudio, los participantes tomaron comidas que les habían preparado y, durante las siguientes cuatro semanas, comidas que habían preparado ellos mismos, tras recibir clases de nutrición impartidas por educadores sanitarios.
Los autores investigaron los efectos de la dieta en los niveles de metilación del ADN mediante el análisis de muestras de sangre obtenidas de los participantes al inicio del estudio, en la cuarta y octava semana del mismo. Utilizaron los niveles de metilación del ADN para inferir las edades biológicas de los participantes y sus sistemas orgánicos.
Al final del estudio, observaron una disminución de las estimaciones de la edad biológica (conocidas como relojes de envejecimiento epigenético) en los participantes que consumían una dieta vegana, pero no en los que consumían una dieta omnívora. También observaron una disminución de la edad del corazón, las hormonas, el hígado y los estados inflamatorio y metabólico de los participantes que consumían una dieta vegana, pero no una omnívora, durante ocho semanas.
Como en el trabajo publicado hace unos meses, los autores señalan que no está claro hasta qué punto las diferencias observadas entre los participantes que consumían dietas diferentes pueden atribuirse a la composición de sus dietas, si bien los participantes de la dieta vegana perdieron dos kilos más de media que los que consumían una dieta omnívora debido a las diferencias en el contenido calórico de las comidas proporcionadas durante las cuatro semanas iniciales del estudio. Sugieren que estas variaciones en la pérdida de peso podrían haber contribuido a las diferencias observadas en la edad epigenética entre ambos grupos.
Faltan datos
La calidad del trabajo de la Universidad de Stanford es incuestionable para otros científicos, lo que no le salva de la opinión unánime de que, con la evidencia disponible, es prematuro afirmar que una dieta vegana sea responsable de ralentizar el envejecimiento. En declaraciones a la agencia SMC, Esther López-García, catedrática de Medicina Preventiva de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología, recuerda que examinar la relación entre una dieta habitual y mantenida en el tiempo y determinar si se relaciona con menor fragilidad y discapacidad años después es algo que se ha hecho en repetidos trabajos.
«La originalidad de este nuevo estudio reside en que se asocian diferentes patrones de dieta con marcadores celulares de procesos que llevan al envejecimiento celular. De esta forma, se confirma que la dieta actúa alterando mecanismos biológicos concretos que llevan a un mejor o peor envejecimiento». Sin embargo, añade, «a pesar del atractivo de la conclusión, este tipo de trabajo no es capaz de examinar el efecto de la dieta vegetariana o la omnívora a largo plazo».
Los nuevos hallazgos se suman al creciente cuerpo de evidencia que indica que una mayor ingesta de vegetales y una reducción en el consumo de carne tienen beneficios significativos para la salud
Según la catedrática, para concluir que una dieta se asocia a un envejecimiento saludable o a mayor longevidad, «necesitamos ver cómo estas dietas se asocian con problemas reales de salud en las personas mayores o cómo se asocian con morir más o menos tarde. Para ello, los estudios de grandes poblaciones seguidas durante muchos años (estudios de cohortes) siguen siendo imprescindibles», por lo que «este trabajo es insuficiente para recomendar a la población seguir dietas vegetarianas”.
La bióloga Carmen Romero Ferreiro, responsable de investigación del Grado de Nutrición en la Universidad Francisco de Vitoria, considera que los nuevos hallazgos «se suman a un creciente cuerpo de evidencia que indica que una mayor ingesta de vegetales y una reducción en el consumo de carne tienen beneficios significativos para la salud».
Romero señala que investigaciones previas han demostrado que las dietas basadas en plantas pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar la salud metabólica, y la última investigación, «ofrece una nueva perspectiva al mostrar que, además de estos beneficios, una dieta vegana podría influir positivamente en los procesos de envejecimiento a nivel celular».