El truco de la caja de Harvard para reducir el estrés en 15 minutos
El estrés es una reacción común ante situaciones desafiantes o preocupantes, y todos lo experimentamos en algún momento. Cuando estas preocupaciones se vuelven persistentes y dominan nuestros pensamientos, es fundamental encontrar maneras de gestionarlas. Los expertos en estrés, Herbert Benson y Aggie Casey, de la Facultad de Medicina de Harvard, ofrecen consejos útiles para enfrentar este problema y explican cómo funciona el truco de la caja de preocupaciones.
El estrés activa ciertas hormonas que preparan nuestro cuerpo para enfrentar amenazas percibidas. Esta respuesta, conocida como «lucha o huida», acelera la respiración y el ritmo cardíaco, y dirige más sangre al cerebro y a los músculos. Aunque esta respuesta puede ser beneficiosa en situaciones de peligro real, cuando se activa con demasiada frecuencia puede causar problemas de salud, como dolores de cabeza, acidez estomacal, hipertensión y enfermedades cardíacas.
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Realizar ejercicio es una excelente forma de mitigar el estrés. Actividades como caminar rápidamente después de un episodio estresante pueden profundizar la respiración y reducir la tensión muscular. Las terapias de movimiento, tales como el yoga, el tai chi y el qigong, combinan movimientos suaves con respiración profunda y concentración mental, promoviendo una sensación de calma.
También es importante contar con una red social de apoyo formada por confidentes, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, familiares, cónyuges y compañeros. Tener relaciones sanas puede mejorar significativamente la calidad de vida y aumentar la longevidad. Aunque no se comprende del todo el porqué, la teoría del apoyo emocional sugiere que las personas con relaciones cercanas reciben un respaldo emocional que les ayuda a sobrellevar situaciones de estrés y crisis prolongadas.
La caja de las preocupaciones
Las técnicas de relajación pueden contrarrestar los efectos negativos del estrés. Practicar la relajación durante 10 a 20 minutos al día puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar general. Si te sientes abrumado por tus pensamientos, toma un tiempo para escribir todo lo que te preocupa.
Establece un cronómetro para 15 minutos y anota tus inquietudes. Cuando suene el timbre, deja las preocupaciones a un lado y enfócate en otra cosa. Si la preocupación es persistente, reserva un momento específico cada día para escribirlas, lo que puede ayudarte a contenerlas y evitar que dominen tu día.
La caja de preocupaciones es el nombre que recibe la técnica de Harvard y consiste en crear una caja donde depositar tus preocupaciones escritas en papel. Decora la caja a tu gusto y colócala en un lugar accesible. Anota cada preocupación y guárdala en la caja. Al hacerlo, puedes liberar tu mente de estas preocupaciones. Más adelante, puedes decidir si quieres revisar las notas o simplemente desecharlas.
