Los cuatro trucos de los japoneses para no hacer dieta y mantenerse siempre delgados
Muchas personas tienen un problema con la figura y con el sobrepeso, pero por mucho que lo intenten, nunca consiguen adelgazar del todo o no todo lo que les gustaría. Hacen ejercicio, dieta… pero nada. Luego echan la vista a Japón y los ven a todos delgados: ¿Por qué? ¿Es cuestión de genética o de algo más?
Los japoneses son famosos por su esbelta figura y porque les cuesta muy poco adelgazar. De hecho, ni lo necesitan, pues suelen estar siempre en forma. Todo ello gracias a sus tradiciones y ejercicios. Sólo quien ha estado viviendo allí –o es originario– conoce bien estos aspectos que marcan la diferencia. Por eso, hemos buceado en las técnicas y tradiciones japonesas para determinar qué es lo que hacen los nipones, y lo que no, para estar siempre en su peso.
1) Nunca se sacian del todo con la comida
Hara Hachi Bu es un método seguido por los japoneses para controlar sus hábitos alimenticios, y debe ser que funciona, pues en Japón tienen una de las tasas más bajas de enfermedades cardíacas, cáncer y accidentes cerebrovasculares, así como una esperanza de vida muy alta (de 84 años, tres años más que el promedio de la OCDE).
¿Y en qué consiste? Básicamente, en parar de comer cuando nos sintamos un poco llenos. El objetivo es sentirse satisfecho con lo ingerido pero nunca saciado por completo hasta el punto de no poder más. Normalmente, en los países occidentales suele ser 2/3 del plato, pues tenemos la costumbre –heredada durante años– de dejar el plato limpio, comer mucho cuando se pueda y no tirar alimentos a la basura.
2) Toman baños calientes
En Japón, es común que las mujeres se hagan un ‘medio baño’, que es cuando llenan la bañera justo debajo del nivel del pecho y se sumergen durante unos 20 minutos en agua entre 38 y 42 grados. Esta actividad puede ayudar a su cuerpo a quemar tantas calorías como caminar media hora, reducir los niveles de azúcar en la sangre, disminuir la inflamación y ayudarnos a tener un sueño de mejor calidad, lo que desemboca en un mayor adelgazamiento.
Según estudios realizados hasta la fecha, como el de la Universidad de Loughborough, el efecto de un baño caliente sobre el control del azúcar en la sangre (que es importante para el metabolismo) y sobre la energía gastada (número de calorías quemadas) está probado.
3) Comen alimentos de fácil digestión
Uno de los secretos japoneses para adelgazar es asegurarse de que la comida sea fácil de digerir para nuestro cuerpo, para que este se mantenga caliente, pero sin pasarse. Así, se deberían consumir alimentos crudos en los meses de verano, cuando nuestros cuerpos necesitan refrescarse del calor; y cocinados en los meses fríos.
4) No van al gimnasio
Otro de los trucos es no matarse a hacer ejercicio. Al contrario que los europeos o americanos, los japoneses son asiduos a realizar entrenamientos moderados para no hacer ‘sufrir’ al cuerpo. Caminar, estirar o hacer yoga son ejercicios relajantes que reducen el estrés y que pueden influir en que el cuerpo use la grasa como combustible en lugar de la última comida.
5) Una alimentación basada en el yin y el yang
El filósofo japonés George Ohsawa desarrolló una dieta macrobiótica muy popular en Japón, basada en un enfoque holístico de la salud que incorpora muchos aspectos del estilo de vida: dieta, ejercicio, meditación y energía ‘yin y yang’. El filósofo sugirió que la salud estaba directamente ligada y guiada por la naturaleza. Por lo tanto, comer y vivir en armonía con la naturaleza crearía armonía y equilibrio dentro de nuestro cuerpo.
Esta dieta japonesa para adelgazar y estar en forma se centra en elegir productos orgánicos, cultivados localmente y de temporada. La dieta macrobiótica sugiere que la comida se debe dividir, aproximadamente, de la siguiente manera:
- 40-60% de cereales integrales, como arroz integral, avena, cebada, trigo sarraceno o quinoa.
- 20-30% de frutas y verduras.
- 10% – 25% de judías y productos derivados.
6) Mantener una buena postura y corregirla
El médico japonés Toshiki Fukutsudzi se ha hecho conocido en medio mundo tras popularizarse su método para perder peso, basado en crear conciencia sobre los efectos secundarios de tener una mala postura. En un principio, esta técnica sólo iba a dirigida a aquellos que sufrían dolores de espalda, pero, pasado un tiempo, descubrió que este truco también ayudaba a adelgazar gracias a que fortalecía los músculos abdominales, ya que se cree que las capas adicionales de grasa que hay alrededor del abdomen son resultado de una mala ubicación de la pelvis.
La técnica del médico japonés para adelgazar se hace en cinco minutos y, como te hemos dicho anteriormente, solo necesitas una toalla. A continuación, explicamos el método paso a paso:
- Coge una toalla y enróllala. Siéntate en el suelo, con las piernas estiradas frente a ti de manera que haya una distancia de 20-30 centímetros entre ambos pies. Ahora, coloca la toalla enrollada detrás de tu espalda.
- Acuéstate en el suelo en posición recta con la toalla colocada debajo de la cintura y trata de acercar los dedos de los pies mientras mantienes la distancia entre los talones. Básicamente, tus pies deben colocarse como un triángulo apuntando hacia arriba. Mantén la parte superior del cuerpo en la misma posición.
- Levanta los brazos y llévalos por encima de la cabeza, casi tocando el suelo. Ahora, intenta unir tus dedos meñiques.
- Permanece en esta posición durante unos cinco minutos.
- Debes sentir una sensación incómoda y de ligero dolor al principio, que se alivia con la práctica.
7) La dieta de la respiración prolongada
El actor japonés Miki Ryôsuke consiguió adelgazar 13 kg de peso y 11 centímetros de cintura en unas pocas semanas gracias a «la dieta de la respiración prolongada», una técnica japonesa consiste en pararse en una determinada posición, respirar durante tres segundos y exhalar con fuerza durante otros siete segundos.
La grasa se compone esencialmente de oxígeno, carbohidratos e hidrógeno. Cuando el oxígeno que respiramos llega a las células grasas, se descomponen en agua y carbono. Cuanto más oxígeno utilice el cuerpo, más grasa podrá quemar. Para hacerlo, hay que seguir los siguientes pasos:
- Coloca un pie por delante del resto del cuerpo, y aprieta los glúteos. Tienes que dejar el 90% de tu peso corporal apoyado en el pie que dejes más atrás.
- Respira profundamente mientras levantas los brazos por encima de la cabeza.
- Exhala fuerte durante 7 segundos contrayendo todos los músculos de tu cuerpo. Lo habitual es que saques todo el aire de tu cuerpo en los dos primeros segundos, por lo que en esos 5 segundos de diferencia es donde se produce «el milagro».