Dormir sin roncar: siete soluciones
¿Sos de los que produce un ruido áspero, grave y continuado al respirar mientras duerme? Es decir, ¿sos de los que roncas por las noches y además no sabes por qué? Te explicamos las causas y siete soluciones que pueden ayudarte
Según datos que maneja DosFarma, farmacia online líder del mercado, cuatro de cada diez adultos en España roncan habitualmente, y el mito es cierto, ellos lo hacen más que ellas, ya que prácticamente roncan la mitad de los hombres adultos y en torno al 25 % de las mujeres.
El ronquido, explican, es el ruido que se crea cuando las vías respiratorias superiores se relajan al dormir y se estrechan. El choque entre la lengua, el paladar blando y la úvula (o campanilla) hace que la garganta vibre, lo que produce el ruido cuando pasa el aire.
Cuanto más se estrechen, o si hay algo que obstruya las vías respiratorias, con más fuerza pasará el flujo de aire y más potente será el ronquido.
Los expertos nos explican cuáles son los motivos por los que pueden producirse y no todos implican algún problema de salud. También nos dan soluciones:
Roncar: causas
1. Una alteración en la anatomía de la boca o la nariz: hay personas que tienen una úvula demasiado larga o tienen el paladar blando hinchado. También una lengua muy grande o tener el tabique nasal desviado pueden provocar los ronquidos.
2. Adenoides o vegetaciones: son masas de tejido situadas en la parte posterior de la cavidad nasal. Su función es similar a la de las amígdalas, pues son parte del sistema inmunitario de los niños. Suelen desaparecer en torno a la adolescencia, pero a veces se inflaman o infectan, lo que dificulta la respiración de los pequeños.
3. Una enfermedad: las dolencias que afectan a las vías respiratorias y las obstruyen (un resfriado o una alergia, por ejemplo) son uno de los motivos principales, ya que no nos dejan inhalar con normalidad.
4. No dormir lo suficiente: si estamos muy cansados al irnos al dormir, los músculos de la garganta se relajan más y pueden bloquear parcialmente las vías respiratorias y vibrar por el paso del aire.
5. La posición al dormir: se ronca más cuando dormimos boca arriba porque el efecto de la gravedad sobre la garganta hace que las vías se estrechen aún más.
6. El sobrepeso: el tejido extra en el cuello que pueden tener las personas con sobrepeso u obesas presiona las vías respiratorias y las estrecha.
7. El embarazo: las embarazadas tienden a roncar porque se aumenta de peso, se hinchan los tejidos, se alteran los niveles hormonales y el volumen de la tripa hace que se reduzca la capacidad pulmonar.
La apnea
Los ronquidos no son una enfermedad, pero sí pueden ser una señal de que tenemos un trastorno llamado apnea del sueño. Así lo explica Amanda Dutruc, farmacéutica de DosFarma quien aconseja acudir al médico si al levantarnos estamos muy cansados, con dolor de cabeza y la boca seca.
La apnea ocurre cuando las vías respiratorias se obstruyen hasta el punto de que dejamos de respirar mientras dormimos.
Las personas con apnea del sueño pasan por ciertas fases una y otra vez mientras duermen:
– Dejan de respirar durante 10 segundos o más.
– Cuando vuelven a respirar, sueltan un soplido o jadeo. Sin darse cuenta, se despiertan. Puesto que este ciclo se repite toda la noche, por lo que no consiguen descansar correctamente.
– Vuelven a roncar.
Dormir sin roncar: siete soluciones
1.- No beber alcohol antes de dormir: el alcohol favorece la relajación de los músculos de la garganta, por lo que tiende a estrecharse y a vibrar más cuando entra el aire.
2.- Dormir de costado: los ronquidos empeoran al dormir boca arriba, por lo que es mejor evitar esa posición.
3.- Usar más de una almohada: si preferimos dormir boca arriba, es útil elevar la cabeza unos 45 grados. Una forma sencilla de conseguirlo es usar más de una almohada.
4.-Usar productos antirronquidos: hay una gran variedad de productos que ayudan a liberar las vías respiratorias y favorecer el paso del aire. Se puede optar por espráis o tiras nasales que ayuden a reducir las vibraciones y, con ello, el ruido.
5.- Vigilar el sobrepeso: seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio moderado con regularidad son claves para mantener un peso saludable.
6.- Dejar de fumar: el tabaco daña gravemente las vías respiratoria. Además, reseca las mucosas y las inflama, con lo que tiende a obstruir el paso del aire.
7.-Utilizar un humidificador: es útil cuando los ronquidos se deben a la obstrucción de las vías respiratorias por un exceso de mucosidad.
La sequedad del aire, tan típica del invierno y del uso continuo de las calefacciones en casa, irrita la garganta y dificulta la eliminación del moco.
Añadir humedad al ambiente facilitará la expulsión de la mucosidad y ayudará a inhalar mejor.