7 propósitos para que 2019 sea un año zen
No falla. Siempre en diciembre nos llenamos la boca hablando de nuestros propósitos de año nuevo, sabiendo que no cumpliremos la mayoría desde el momento en el que nos los planteamos. Quizás 2019 sea el momento de cuidar de lo más importante: de uno mismo. Te proponemos siete ideas que más que grandes promesas, son pequeños cambios en la rutina que pueden ayudarte a tomarte la vida con un poco de filosofía.
Dormir las horas que necesitás y sin culpas
Hay gente que se vanagloria de que con dormir cinco horas tiene más que suficiente, y otros que opinan que dormir está sobrevalorado. No es así. Está demostrado que la falta de horas de sueño afecta a nuestra salud, y daña las funciones cerebrales. Además, cada cuerpo es diferente y hay personas que necesitan dormir algo más que las 7-8 horas que recomiendan los expertos. Si es tu caso, no te sientas mal y aprovechá para remolonear el fin de semana.
Hacer ejercicio sin agobiarte
Practicar deporte es necesario, tanto por salud física como mental, pero sin agobios. No intentes hacer en un mes lo que no hiciste en doce y, si no estás acostumbrado, empezá poco a poco. Y lo más importante: elegí un deporte que te guste, que no sea una tortura cada vez que tienes que hacerlo. Hay miles de opciones que pueden ajustarse perfectamente a tu forma de ser.
Dedicarse tiempo a uno mismo cada día
Reflexionar, tumbarse a descansar en el sofá o dar un paseo sin compañía son, en muchas ocasiones, momentos necesarios. Dedicar tiempo a nosotros mismos cada día puede ser una necesidad, y no algo de lo que avergonzarse. Mimate con una bebida rica o un buen plato de comida, escuchá música, sentate a la orilla del río, leé un libro. Disfrutá los regalos hermosos que te puede brindar la soledad.
Salir a pasear al campo
Si vivís en la ciudad, lo más probable es que respires aire altamente contaminado y que el sonido que más escuchas sea el del tránsito. ¿Y si este año salís más a disfrutar del verde? La ciudad de Santa Fe, en este sentido tiene miles de propuestas: un paseo en barco por las islas, una caminata por la costa, una visita a Rincón o Colastiné… Respirar aire puro, escuchar el silencio tan solo perturbado por el aleteo de los pájaros o las hojas que crujen en el suelo y pasear sin rumbo y sin distracciones pueden ser la mejor medicina.
Darte un capricho de vez en cuando sin castigarte
Hay días en los que lo que más deseás es darte un capricho, y lo primero que se te pasa por la cabeza es reprimirlo, pero no siempre debería ser así. Si tenés ganas de tomarte una copa de vino, hacelo. Si se te hace la boca a agua con un kilo de helado, encargalo. Si quieres comprarte esos zapatos que te encantaron, compralos. No te castigues por darte un capricho aleatorio, disfrutalo y hacé las cosas con moderación.
Aprender a respirar y otros ejercicios de mindfulness
La respiración profunda puede ser la mejor arma contra el estrés en los días más duros. Utilizando el diafragma y durante un minuto concentrate en seguir estos pasos: tomá aire por la nariz, soltalo por la boca y concentrate en el ritmo de tu respiración. Este es uno de los ejercicios básicos de la filosofía mindfulness, pero hay otros muchos en internet que te pueden servir de ayuda.
Hacé limpieza (física y mental)
Mantener la casa ordenada y el espacio que nos rodea es importante, ya que tenerlo todo patas arriba puede generar estrés. Limpiar la casa con música puede hacer que dejes de pensar durante un rato, y luego te sentirás más cómodo en tu hogar. Pero no solo debás hacer limpieza física, aprovechá el comienzo de año para deshacerte de los hábitos que no te hagan sentir bien e incluso de poner límites a las personas que hacen daño a tu bienestar emocional.