4 maneras de mejorar instantáneamente tu estado de ánimo
Generalmente estamos en control de nuestras emociones. Pero a veces basta con vivir un mal momento en el trabajo, tener problemas de dinero o vivir una situación desagradable al volante, para desestabilizarnos y ponernos en un humor de perros.
Este tipo de estados de ánimo no sólo afectan a nuestro organismo a largo plazo, sino también pueden herir a las personas que nos rodean. No es inusual maltratar a la primera persona que se te cruza nada más que porque estás disconforme con algún aspecto de tu vida.
Son muy pocos los que pueden mantenerse en un estado positivo durante todo el día. Pero la buena noticia es que nuestros estados de ánimo están en nuestra cabeza y que en tus manos tenés todas las herramientas para cambiarlos.
Para dejar de lado la ansiedad, la frustración, el enojo y todas esas sensaciones que te lastiman acá te damos algunos consejos:
1. Agradecé: Salí por un instante de esa situación que te tiene agobiado y tomate cinco minutos para valorar todo lo bueno que tenés y que está pasando en tu vida. Enfocate en esas cosas buenas. Puede ser tu salud, tu familia, tus amigos, ese pequeño logro que alcanzaste hoy en el trabajo, la gente que te quiere. Al principio puede costarte salir de tu estado de ánimo negativo, pero hacer una lista de todo lo que sí tenés y que funciona bien en tu vida, automáticamente te tranquilizará y te arrancará una sonrisa.
2. La sonrisa: En vez de usar tensar todos tus músculos, enfocate y sonreí. Mantené esa sonrisa por unos minutos. Imaginá algún recuerdo divertido, o la escena de una película que te hizo reír, o un chiste y hacé desvanecer poco a poco ese ceño fruncido.
3. Elegí tus palabras: Las palabras tienen un efecto mucho más poderoso del que imaginás. Basta con pensar en los mantras que se repiten una y otra vez durante la meditación para comprenderlo. Está comprobado que pensar o decir palabras estimulantes o positivas modifica tu estado de ánimo.
4. Respirá: La respiración consciente es una de las maneras más rápidas para dejar de lado la tensión y el malestar y concentrarse en el presente. Enfocate en el acto de respirar, en cómo el aire va pasando por tu organismo. Inspirá profundamente por la nariz mientras contás hasta cinco, mantené por unos instantes el aire y largalo por la boca mientras contás hasta ocho. Repetí esta rutina al menos cinco veces y no pienses en nada más que en tu respiración durante ese tiempo. Otra manera es cerrar con tu dedo índice la fosa nasal derecha e inspirar por la fosa nasal izquierda, luego tapar la fosa nasal izquierda y expulsar el aire por tu orificio nasal derecho. O al revés. Inspirando por la fosa nasal derecha crearas un canal interno de mayor energía y respirando por la fosa nasal izquierda te relajarás y calmarás.