Cómo medir la «adicción» de tu hijo a las pantallas
Desde la primera vez que los dejamos frente al las pegadizas canciones de La granja, para preparar la cena en paz, hasta que se encierran en su habitación a jugar Fortnite durante horas, los padres nos preguntamos con frecuencia: «¿Cuánto es demasiado tiempo frente a la pantalla?».
Aún no se sabe si los niños pueden volverse realmente adictos a las pantallas, pero cualquier padre que haya permitido que su hijo se entretenga con un televisor, una tablet o un smartphone puede afirmar que una vez que lo prueban, tienden a querer más.
El Dr. Dimitri Christakis, director del Centro de Salud, Comportamiento y Desarrollo Infantil del Instituto de Investigación Infantil de Seattle, dice que cuando les quitamos las pantallas, nuestros hijos bajan de un alto nivel de dopamina:
“Las actividades placenteras provocan la liberación de dopamina: un neurotransmisor que envía una señal a la corteza prefrontal, la parte del cerebro involucrada en la planificación y organización de tareas. El mensaje es «haz eso otra vez, obtén más de eso»”, dice el Dr. Christakis. La liberación de dopamina no es específica para el tiempo de pantalla, por supuesto. En el caso de los niños, podría ocurrir cuando reciben elogios de los padres, o comen un snack cuando tienen hambre. Pero cuando los padres detienen los juegos o los videos de YouTube, los niños los niveles de dopamina caen. «La retirada es experimentada como dolorosa», dice el Dr. Christakis. «Experimentan un abandono transitorio, como si estuvieran bajando desde lo alto».
Eliminar pantallas por completo, aunque es una noción encantadora, simplemente no es practicable para la mayoría de las familias. Los padres de niños pequeños necesitan cocinar de vez en cuando. Queremos más tranquilidad y menos «¿Cuánto falta para llegar?» en los viajes por carretera, y las pantallas son simplemente una realidad de cómo nos entretenemos y nos comunicamos con los demás.
Al mismo tiempo, todavía queremos que nuestros hijos jueguen afuera y construyan castillos de arena y lean libros, por lo que debe haber un equilibrio. Es por eso que Sarah E. Domoff, profesora de psicología en la Universidad Central de Michigan, desarrolló la herramienta de medición problemática del uso de medios para padres de niños de 4 a 11 años.
Si temes que el uso de la pantalla esté fuera de control en tu familia, hazte estas nueve preguntas. Califica tus respuestas de 1 (nunca) a 5 (siempre). No hay una solución simple y rápida «si tu puntaje se suma a X, tu hijo es definitivamente adicto», pero si tiene un montón de 3s, 4s y 5s, probablemente sea hora de hacer algunos cambios.
- Es difícil para mi hijo dejar de ver videos en la pantalla.
- Los medios de pantalla son lo único que parece motivar a mi hijo.
- Los medios de pantalla son todo lo que parece pensar mi hijo.
- El uso de los medios de pantalla de mi hijo interfiere con las actividades familiares.
- El uso de los medios de pantalla de mi hijo causa problemas a la familia.
- Mi hijo se frustra cuando no puede usar dispositivos con pantalla.
- La cantidad de tiempo que mi hijo quiere usar medios de pantalla sigue aumentando.
- Mi hijo se escabulle para usar medios de pantalla.
- Cuando mi hijo ha tenido un mal día, los medios de pantalla parecen ser lo único que lo ayuda a sentirse mejor.
Para reducir el tiempo de pantalla en tu hogar, puedes intentar crear un plan de medios familiar, presentarles los podcasts, o incluso permitirles todo el tiempo de pantalla que deseen, después de haber realizado, por ejemplo, estas cuatro tareas: una hora de ejercicio, una hora de actividad creativa, una hora de lectura y una hora de tareas escolares.