Cómo esta pareja ahorró un millón de dólares en 4 años para retirarse a los 43
No conocemos sus nombres, solo el seudónimo con que relatan su experiencia en su blog. Son dos profesionales de Colorado que antes de llegar a los 40 años de edad decidieron trazarse un plan: mover cielo y tierra, tomar las medidas necesarias para, mucho antes que los demás, dejar de trabajar.
¿Un retiro dorado? ¿Una inversión bursátil jugosa? ¿El cobro de un fastuoso billete de MegaMillions? Nada de eso.
“Tenía 38 años en ese momento –explica Carl, programador de computadoras—y me dije ‘No puede ser que yo siga haciendo esto mismo hasta los 62, los 65 o cualquiera que sea la edad en que uno se retira’”.
De ahí que Carl y Mindy, o mejor el Sr y la Sra 1500, como se hacen llamar, se miraron a las caras en 2013 y tomaron una decisión severa pero concienzuda: que para febrero de 2017 tuvieran una fortuna de un millón de dólares y sobre todo ninguna deuda.
De alcanzarlo, el glorioso momento se produciría 1500 días después del punto de partida, justo cuando ambos cumplieran los 43 años.
Y resulta que este matrimonio, padres de dos hijos pequeños, no tuvieron que esperar hasta la fecha programada, sino que hace unos meses, en abril de este año, llegaron a su meta, tras lo cual se convencieron de que podían batallar un poquito más.
A base de lo que ellos denominan “decisiones e inversiones inteligentes”, además de mucho ahorro, para febrero 2017 Carl y Mindy habrían capitalizado 1, 12 millones. Entonces sí bajarían los brazos y empezarían a disfrutar de su retiro anticipado.
Pero, ¿cuál es la fórmula? La experiencia la cuentan en el blog de Carl, “1500 días hasta la libertad”.
A partir del hábito de llevar a un cuaderno de notas todos sus gastos, el matrimonio analizó sus hábitos de consumo y llegó a la conclusión de la cantidad de dinero real que necesitaban para vivir.
Y ahí estaba la cifra: 24.000 dólares al año, a los que le agregaron un fondo de emergencia de 6.000 más; por lo que todo quedó en 30,000 dólares anuales.
A partir de ahí, aplicando la “regla del 4%” que nos ayuda a saber cuánto podemos extraer anualmente de nuestros ahorros para la jubilación sin agotarlos, comprendieron que necesitaban unos 800.000 dólares para esa fecha, aunque con la intención de ayudar a sus hijos cuando les tocara entrar a la universidad, redondearon esa cifra al millón de dólares.
De ahí que se comprometieran a separar 2,000 dólares al mes para sus inversiones, que ya estaban en unos 570.000 cuando empezaron.
Sí, no empezaron de cero. Pasaron años creando su portafolio de inversiones maximizando su cuenta de 401K, cambiando casas, y ahorrando una parte importante de sus ingresos.
A partir de entonces se pusieron a pesar en la manera en cómo podían reducir sus gastos.
Como habían fijado sobre el papel cada uno de sus gastos, pudieron determinar en qué sector de la vida en familia estaban gastando más y cómo hacer para economizar. “Uno se sorprende y se dice ‘Uf, ¡cuánto gasto en comida!, ¿en qué hemos estado pensando?’ –explican estos esposos. Seguidamente, determinaron dónde hacer recortes.
El otro paso consistió en reducir su espacio vital. Vendieron su casa de 5.000 pies cuadrados frente a un lago en Wisconsin y adquirieron otra de 1.400 pies cuadrados en Colorado, lo que implicaba un pago significativamente inferior de la hipoteca. Además, “los 3.500 pies cuadrados que perdimos no le añadían absolutamente nada a mi felicidad”, añade Carl.
El hecho de instalarse en Colorado ha sido un factor que facilita mucho el proyecto de ser capaces de retirarse a los 40 años con un fondo de un millón de dólares: “Si uno vive en San Francisco o en Manhattan, no creo que sería capaz de hacerlo, pero vivimos en una zona de muy bajo costo en Colorado; aquí la vida es bastante barata, y sin problema ninguno podemos vivir y funcionar con cerca de 2,000 dólares al mes”, asegura.
Seguidamente se concentraron en producir mucho más mediante el trabajo. Carl trabaja como bloguero pero también arregla casas y crea aplicaciones móviles. Mientras, su esposa, que hasta entonces era tan solo ama de casa, se empleó como redactora de una página web de inversiones inmobiliarias.
En paralelo, el Sr y la Sra. 1500 realizaron inversiones inteligentes, como la compra de una casa por un valor de 176.000 dólares, cuyo valor estimado actual es de más de 400,000; a lo que le añadieron su inversiones en la bolsa valores, entre las que aparece una compra de acciones del gigante de las redes sociales Facebook.
“Adquirí 2.000 acciones de Facebook en alrededor de 30 dólares por unidad y ahora estas valen cerca de 120 dólares”, declaró Carl, aunque advierte que no es la táctica inversionista de su preferencia.
Si bien uno escoge invertir en el mercado inmobiliario o en el mercado de valores, lo más importante es centrarse tanto en aumentar el ingreso, como en ahorrarlo. Fórmulas hay muchas: como trabajar más de 40 horas a la semana, entrar como chofer en Uber o en Lyft, o incluso rentar una habitación libre a través de Airbnb.
Pero sobre todo esta pareja cambió su filosofía sobre el dinero.
“Aprendí que no se necesita una gran cantidad de dinero –asegura Mindy–. Mi calidad de vida no ha cambiado desde que nos enfocamos en reducir nuestros gastos. No necesito televisión por cable. No necesito un plan de teléfono caro”.
“No extraño nada de esto, porque en realidad no le añadía nada a mi vida”, sentencia.