El día que la ciudad de San Francisco quedó destruida por un gran terremoto
En la mañana del 18 de abril de 1906, un terremoto masivo sacudió a San Francisco, California. Eran
las 5:12 am. y la mayoría de sus habitantes estaban a punto de despertar muy repentinamente. Aunque el terremoto duró menos de un minuto, su impacto inmediato fue desastroso. El sismo también causó varios incendios a través de la ciudad que permanecieron fuera de control por tres días y destruyeron cerca de 500 cuadras de la ciudad.
Aun con el apoyo inmediato de la grande población militar de San Francisco, la ciudad estaba devastada. Se estima que el terremoto y los incendios mató alrededor de 3,000 personas y dejó sin hogar al menos 400,000 residentes. Aunque recibían ayuda del país y del mundo, los sobrevivientes enfrentaron semanas llenas de dificultades y penurias.
El terremoto ocurrió cuando hubo un movimiento precipitado a lo largo de la falla de San Andreas. Esta gran falla de transformación (choque-deslice) está en California. Es el límite entre dos de las placas tectónicas de la Tierra .
Después del terremoto, un ingeniero llamado Herman Schussler, exploró la falla de San Andreas que corta a través de la montaña de la cordillera de la costa. En 1908, testificó ante una corte de Distrito Norteamericana de San Francisco acerca de lo que vió.
«La característica más notable fue que las montañas del este se acercaron cuatro pies y medio a las montañas del oeste» explicó Schussler ante la corte.
Piensen en eso. En sólo uno minuto, las montañas enteras se habían movido unos pies.
«Si San Francisco hubiera estado en o cerca de la falla no habría quedado nada de ella», continuó Schussler.
Después del terremoto y de los fuegos, más de 500 manzanas de la ciudad de San Francisco estaban en ruinas. Más de la mitad de la población de la ciudad quedó sin hogar. La gente vivía en tiendas de campaña y otros albergues, y cocinaban al aire libre. Con todo, a pesar de la devastación, no tardó mucho para que la gente comenzara a recoger los escombros.
«San Francisco está comenzando a levantarse de sus cenizas nuevamente», escribió Samuel Fortier, profesor de UC Berkeley, una semana después del terremoto y de los fuegos. «No hay falta de confianza», añadió. «El valor de la gente es simplemente notable. Los miles de personas que han perdido casi todo lo que poseían están maravillosamente alegres, y raramente se oyen lamentos».
Los sobrevivientes dormían en tiendas de campaña en los parques de la ciudad y en el Presidio, esperaban en líneas largas para comer y fueron obligados a cocinar en las calles para minimizar la amenaza de incendios futuros. El terremoto de San Francisco es considerado uno de los peores desastres naturales en la historia de los Estados Unidos.
El Congreso respondió al desastre de varias maneras. La Cámara y los Comités de Apropiaciones del Senado promulgaron varias asignaciones de emergencia para que la ciudad pudiera pagar por los alimentos, agua, tiendas de campaña, mantas y equipos médicos en las semanas siguientes del terremoto y los incendios. También apropiaron fondos para reconstruir mucho de los edificios públicos que fueron dañados o destruidos.
Otras respuestas del Congreso incluyeron el Comité de Reclamaciones (House Claims Committe) quienes fueron responsables de manejar los reclamos de propietarios que buscaban ser reembolsados por sus propiedades destruidas. Por ejemplo, el comité recibió varias reclamaciones de propietarios de salones y licorerías, quienes suministros de alcholes fueron destruidos por oficiales quienes querían minimizar la propagación de incendios y el riesgo de violencia de la muchedumbre. En los días siguiendo el terremoto, oficiales destruyeron un estimado de $30,000 en licores.
El Comité de los Edificios Públicos y Terrenos (Public Buildings and Ground) reportaron los daños a los edificios en San Francisco, Oakland, y San José, y estimaron los costos de reparación. El Senado también aprobó una resolución pidiendo al Secretario de Guerra que le dieran una copia del informe sobre el terremoto y los incendios. El informe sobre los esfuerzos y las fotografías, preparadas por el ejército de los Estados Unidos, ahora se encuentran en los registros del Comité del Senado e Impresión (Senate Committee on Printing).